La imagen es del colectivo de artistas jóvenes que realizaron en el GAM en octubre de 2019.
Hoja en Blanco ha emprendido la tarea de consagrar un ideal histórico cuyo énfasis estriba en los aspectos sustanciales a la vida el país. Luego de someter a examen las hipótesis que hasta el presente han intentado explicar el estancamiento del desarrollo y crecimiento de nuestro país, el poder supremo reside en el conjunto de la comunidad y la ley nace del consentimiento social. A continuación, Hoja en Blanco expone los principios en los cuales se funda su concepción al respecto.  
En la Nueva Constitución, Chile deberá concebirse como un Estado que alberga una democracia participativa, representativa, plurinacional y pluricultural que garantiza y protege la dignidad de todos sus habitantes. Para ello, deberá reconocer todos los derechos esenciales y fundamentales de las personas, sean estos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, colectivos y medioambientales, todos ellos componentes sustanciales de la dignidad de todas y de todos.
 
Será un principio esencial del Estado declarar los derechos expresados en la Constitución como su principal responsabilidad, involucrando a todos sus poderes e instituciones en la promoción, protección y financiamiento de ellos. Es decir, el Estado deberá crear las condiciones que permitan el pleno desarrollo y ejercicio de los derechos declarados, en el marco de una sociedad democrática en la que los propios ciudadanos hagan suyo el principio de la soberanía del pueblo y el bien común.
 
Ante esta nueva concepción, quedará de manifiesto que el Estado no puede ni debe declararse exclusivamente subsidiario de la iniciativa privada para dar satisfacción a los derechos de los chilenos. El reconocimiento de la igual importancia de los derechos es primordial para evitar que algunos de ellos sean considerados alienables por motivos financieros, razón aducida con regularidad desde una mirada liberal del Estado.