“Desilusión” (1851). Artista: Edouard Jean Conrad Hamman
La endémica corrupción en la imaginación de un pueblo que desea soluciones puede causar sorpresas. ¿Ingenuidad o pureza? Habrá que verlo.
El papel de diario que usaba de servilleta, no le dejaba morder lo que quedaba de su bocado. Lo dobló mientras se fijaba en el titular “Escándalo por sobresueldos en el MOP”, se lo puso en el bolsillo y siguió comiendo.
 

¿Qué estás pensando Memo?

 

Eh…nada, ideas mías –reaccionó mirándola por entre las mechas que bajaban desordenadas por su frente.

 

Ya conozco esa mirada, algo estás planeando. No te conoceré –insistió Lucy- dejando su sucia taza de sopa, sobre la solera en que se sentaban.

 

Ya sabes, siempre hay cosas que mejorar -espetó Memo, antes de dar el último tarascón a su marraqueta con mortadela.

 

No me vengas de nuevo con tu teoría para crear atmósfera en Marte –le dijo sin siquiera mirarlo- mientras remojaba pan en la sopa.

 

No, no, no. Este es un asunto terrenal, y muy necesario –contestó, mientras comía migajas que iba sacando de su barba.

 

¿Que sería tan urgente? Dime nomás, lo resolvemos al tiro. –desafió tomando la taza para sorber sopa y mendrugos.

 

He llegado a la conclusión de que el gran problema en este país es la corrupción de los políticos.

 

¡No! Me estás hueviando –se atoró.

 

No, en serio. Ese es el problema. ¡La raíz de todos los males!

 

Tú siempre buscándole el cuesco a la breva. Hay tanta gente en la politiquería, si fuera así, ya lo habrían arreglado.

 

Te lo digo, y lo mejor de todo es que yo tengo la solución.

 

¡Toma! Entonces estaríamos pidiendo una audiencia en palacio.

 

¿Las grandes empresas coimean a los políticos, y las leyes se hacen a su pinta? ¿Sí o no?

 

Eso hasta yo lo sé. Y, ¿cuál sería la solución?

 

Eso es elemental, Watson. Si les duplican, o triplican los sueldos, ¿Para qué van a necesitar coimas? Con esta brillante idea, te garantizo que se termina con la corrupción. Es “La solución”. ¡Te lo firmo!