La maestra rural. Autor: Diego Rivera

La profesora Laura me hizo mirar el horizonte/ las lágrimas se volvieron perseverancia y volé/ Desde la Tierra contemplo las estrellas de noche / brillo como las luciérnagas, sin sentirme estrella.

Los gestos hacen a los verdaderos maestros
impactan y trascienden sin ellos saberlo,
desde sus ojos tiernos y en completo silencio
sin yo saber, confió en mis logros y sueños.

Ella, tan distinguida, nos enseñaba inglés,
la recuerdo, perfumada, con anillos brillantes,
alentaba que fuésemos grandes caminantes,
cual ave errante abría sus alas gigantes.

Por aquel tiempo estudiaba con esmero
era mi escape para no tener malos recuerdos,
como gorrión bajo ventiscas y fuertes vientos
aunque volaba volvía a la tierra con miedo.

Un día supo que me resignaba a un destino,
en profundo silencio trazó un nuevo camino,
en mis manos depositó aquel sueño que vivo,
confía en ti, eres dueña de tus propios sueños.

La profesora Laura me hizo mirar el horizonte
las lágrimas se volvieron perseverancia y volé.
Desde la Tierra contemplo las estrellas de noche
brillo como las luciérnagas, sin sentirme estrella.

Me enseñó que siempre hay un cielo inmenso
que invita a volar libre e intentarlo de nuevo.
Hoy valoro mis logros y agradezco su aliento,
han pasado otoños y la llevo en mis recuerdos.
Gracias por mirarme con sus ojos tiernos.

(*) Poema escrito en respuesta a la convocatoria “Nuestros/as profesores/as inolvidables” de la a Corporación Hoja en Blanco para homenajear a la profesora de Inglés: Laura Zamorano Olea del Liceo Técnico de Niñas A 100, comuna de San Miguel.