Fuente: eldesconcierto.cl

La progresiva auto-reclusión mediática de Constanza Santa María.

1. No podía convencerme de lo que estaba escuchando y viendo. A pesar de que ya me he predispuesto a ser testigo de cualquier exceso o truculencia en las entrevistas que a diario exhiben los canales de TV, confieso que esto me produjo una suerte de empacho intelectual, vergüenza ajena.

2. Se trataba de la entrevista que el Presidente Boric le confería a la periodista profesional Constanza Santa María de TVN. Rápidamente se apreciaba cómo la periodista profesional se afanaba en poner apuros al entrevistado, lo interrumpía amenazando con cortar el hilo de la conversación y en lo posible dejar la respuesta a medias. Era demasiado notorio. Más que entrevista resultaba un interrogatorio. Nada nuevo.

3. La atmósfera espástica se acentuó con la pregunta de oro, que se refería a la molestia que había producido al Presidente Boric la presencia de Ezzati en la Catedral de Santiago durante la Oración Ecuménica.

4. Ezzati está acusado de encubrir a integrantes de la Iglesia Católica que han cometido abusos sexuales a niños y niñas. Es ex-Cardenal.

5. La periodista profesional de  TVN, le hizo la pregunta al Presidente Boric de por qué él no había tenido la misma actitud de desaprobación con respecto a Esteban  Valenzuela, su ministro de Agricultura, condenado por injurias y calumnias y procesado por otro caso.

6. El Presidente Boric expresó su sorpresa por la comparación. Fue ponderado y didáctico, casi compasivo, para aclarar a la periodista profesional de TVN, que tal comparación sencillamente no procedía.

7. Y aquí viene la frase increíble. “No estoy comparando delitos, Presidente”.

8. “¡No estoy comparando delitos!”. “¡No estoy comparando delitos!”, me repetía mí mismo. A la periodista profesional le daba lo mismo el carácter y peso del delito, le importaba solo si existían procesos o condenas.

9. ¿Todo había sido un fake news o un programa cómico? No. La periodista profesional insistía, ¿no se había escuchado a sí misma? “¡No estoy comparando delitos!”

10. Si a ella no le interesa la comparación de delitos, o no viene al caso… ¿Dejaría a cargo de sus hijos e hijas,  a un abusador sexual encubierto por Ezzati entonces?… Con tal que no esté condenado, ningún problema.

11. Los gestos, la expresión corporal, las inflexiones de la voz, los contenidos que emanaban de ella, no hacían más que comprobar el hecho que la periodista profesional de TVN se comía a la madre, a la persona Constanza Santa María. En realidad, la devoraba.

12. La devoraba con tal voracidad que amenazaba con no dejar restos.

13. Y esta voracidad no es gratis. Lo más probable es que merme a la persona porque en el fuero más íntimo debe haber un desgaste, físico, sicológico y ético. Y porque de seguro existe una pauta de presiones, o autopresiones, para lograr el objetivo  de generar más y más rating o tendencia.

14. Es como una adicción. No se puede parar. Y la adicción autorecluye.

15. Este es solo un caso del comportamiento de algunos comunicadores y de algunas comunicadoras dada una instancia. Ojalá en un futuro cercano, se rescate y se revalore el carácter básico de  retroalimentación de la entrevista. En que tanto periodista como entrevistado no terminen humillados sino enaltecidos.

16. Con una audiencia proactiva e informada.