LA DEL CONDORITO

En la que se comenta una singular historieta
que ya no hace reír a nadie… y no es chiste.

¡Exijo una explicación!
–como dice Condorito–
¿qué pasó en el plebiscito
de Nueva Constitución?
Yo no encuentro la razón
aunque trato, le aseguro:
consulto los datos duros
del Archivo Nacional
y el estilo emocional
del filósofo Carcuro.

¡No se preocupe, compadre!
–como dice el buen don Chuma–
Tése callao y consuma
aunque la cuenta no cuadre.
Amarrao con alambre
celebre este nuevo once
y ruegue que Julio Ponce
nos financie las reformas;
acuérdese que la norma
es poner cara de bronce.

¡Cállate ya, pajarraco!
–dice Pepe Cortisona–
o te hago una macrozona
pa que te aforren los pacos.
Ya pasó el viejo del saco,
se llevó al constituyente
y en estos días presentes,
maquillando el viejo fiasco,
corregirá todo el chasco,
por fin, la gente decente.

¡Que muera el roto Quezada!
–dice el perro incontinente–
basta de chusma insolente
que se sintió empoderada.
La oposición, desatada,
–y en eso no hay ni un misterio–
decide los ministerios,
obedece el presidente,
y santigua, nuevamente,
el Diablo en el baptisterio.

Pelotillehue se ubica
cerquita de Buenas Peras;
desde la opuesta ribera
el riquerío practica.
Gobierno-padre-Gatica,
epata –como Jesús–
retrotrayendo a la luz
a la anterior corruptela:
los sube a la carretela
y remoza el arcabuz.

Acaba aquí la historieta
–porque pa historia no alcanza–
con la pregunta que cansa:
¿pa qué fue la pataleta?
Triste chiste, se completa
con esta constatación:
la nueva Constitución
se fue al tarro’e la basura
y al final de esta escritura
los saludo con un ¡Plop!

POSDATA A LA TIRA CÓMICA

También la Concertación,
con sus antiguos secuaces,
solapados y tenaces
fomentan la confusión.
Sin ganar una elección,
regresaron del abismo
–con su eterno solipsismo–
a ocuparse del gobierno.
Agonizante, el enfermo
se martiriza a sí mismo.

JORGE LILLO / 11 DE SEPTIEMBRE DE 2022