NO ES SOLO EL DINERO: THE WHITE LOTUS, TEMPORADA 2

Por Ignacio Juárez Picón

La segunda entrega de la serie The White Lotus, estrenada el año 2022, volvió con el mismo argumento, pero con una renovación de personajes y locación. Solo los personajes Tanya McQuoid (Jennifer Coolidge) y Greg (Jon Gries) vuelven a repetirse en esta entrega. Un grupo de personas que no están relacionados entre sí, se hospeda en el resort de lujo de nombre “White Lotus” a disfrutar de sus vacaciones que, en el caso de la segunda temporada, el hotel se ubica en la ciudad de Taormina, en la italiana isla de Sicilia. Pero a pesar de estar de vacaciones, estas personas llevan sus propios problemas y preocupaciones, algunos de ellos llegando a conflictos con otros personajes. A priori, puede parecer que los problemas de la gente rica no tienen nada que ver con los graves problemas que afectan el mundo y el resto de las personas. En parte puede ser cierto, ya que prácticamente estas personas tienen su vida resuelta. Sin embargo, lo atractivo de la serie no es que sean personas ricas con problemas, sino que en cómo estos problemas y conflictos que vive cada personaje evoluciona hasta su desenlace, cómo en su conjunto hacen una crítica al mundo contemporáneo y cómo estas se relacionan al misterio que existe en la trama introducido en el primer episodio.

En cuanto a la evolución de los personajes, es posible encontrarlo en la mayoría de estos. Destaca el personaje de Tanya, quien está siendo engañada por su esposo Greg, lo que afecta profundamente su autoestima, considerando su historia de vida que se conoció en la temporada anterior. Esto la hace buscar refugio en un nuevo amigo que hace en el hotel, Quentin (Tom Hollander). Él, un británico radicado en Italia, la invita a disfrutar de su paso por la isla, pero esto no estará exento de sorpresas para Tanya. También, destaca la evolución de la joven Portia (Haley Lu Richardson), la asistente de Tanya, que es llevada a la isla a trabajar para ella, situación que la hace sentirse miserable y deprimida.

Bajo la motivación de cambiar su vida para disfrutarla sin ataduras, Portia se envuelve con un alocado joven de nombre Jack (Leo Woodall), sobrino de Quentin, que la hace repensar su motivación inicial. Por otra parte, también es remarcable las dinámicas que se dan entre Harper (Aubrey Plaza) e Ethan (Will Sharpe) con Daphne (Meghann Fahy) y Cameron (Theo James). Cameron invita a su viejo amigo Ethan a pasar sus vacaciones en conjunto. Sin embargo, Harper es hostil con Cameron y Daphne debido a que duda de las intenciones de estos con su marido, quien es un nuevo millonario debido a la reciente venta de su empresa, así como con su estilo de vida y su relación de pareja. Además de las dinámicas entre estos cuatro personajes, se desarrolla un conflicto entre Harper e Ethan debido a una situación que los hace perder la confianza entre ellos y que conlleva una reflexión acerca de su propia relación. También es interesante el desarrollo de Daphne, que al inicio se muestra como una mujer superficial y despreocupada, pero durante el transcurso de la serie se puede observar su soledad, tristeza y cómo -de cierta forma- esconde la realidad en que vive. En conjunto con los huéspedes también se puede conocer la evolución de algunos de los encargados del hotel, como Valentina (Sabrina Impacciatore) que es la administradora del hotel, de carácter fuerte, así como las locales Lucia (Simona Tabasco), quien es una joven prostituta que busca clientes en el “White Lotus” en la compañía de su amiga Mia (Beatrice Grannò). Ambas tienen sueños que las mueven y que, a diferencia de los huéspedes del hotel, no cuentan con las mismas oportunidades que estos.

Además de lo anterior, otro elemento a destacar de la serie es que dentro de estas dinámicas no solo se observa una crítica a los comportamientos de las personas ricas, sino de la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, Harper, en base a su experiencia como abogada laboral defiendo conductas excesivas de empleadores en contra de sus clientes, choca con los valores de Cameron, un empresario que no le importa nada más que ganar dinero. También con Daphne, que se declara ajena a los acontecimientos que aquejan al mundo. Igualmente, es posible observar la crítica al comportamiento del hombre en los cuestionamientos que hace Albie (Adam DiMarco) a su padre Dominic (Michael Imperioli) y a su abuelo Bert (F. Murray Abraham). Esto teniendo en cuenta que el viaje a Sicilia se planeó originalmente con la esposa e hijas de Dominic, pero debido a las constantes infidelidades de este, su esposa se reúsa a viajar por lo que termina siendo un viaje exclusivo de hombres.

El último elemento a destacar, y no menos importante, es el misterio que se introduce en los primeros minutos de la serie. Se da a conocer que varios huéspedes del hotel han muerto, pero no es hasta el último capítulo que se revela quiénes fueron los desafortunados. En consecuencia, durante los primeros seis episodios se puede especular acerca de quienes fueron los que tuvieron un desenlace fatal. Lo que lo hace más interesante es que todos los personajes potencialmente tienen motivos para convertirse en asesinos. En resumen, la serie permite reflexionar acerca de las relaciones de pareja, la confianza, la masculinidad, la amistad y las relaciones intergeneracionales. Sin duda, esta segunda temporada es mucho mejor que la primera, destacando las actuaciones de Aubrey Plaza, Meghann Fahy y Jennifer Coolidge, además de los hermosos paisajes de Sicilia, los diálogos y algunas de las escenas que resultan icónicas y serán difíciles de olvidar.