Zygmunt Bauman. Múltiples culturas, una sola humanidad
Katz Editores, Buenos Aires, 2008

Zygmunt Bauman (1925-2017), destacado intelectual, sociólogo y filósofo, conocido por su concepto de “modernidad líquida”. El nombre corresponde a una conferencia del autor en 2004, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. En general, sus obras siempre consideran el contexto real -un mundo de seres humanos relacionados de diversas maneras- para quienes se requiere una mirada ética.

Cita de entrevista de Daniel Gamper Sachse a Z. Bauman, incluida en esta publicación.

“Si únicamente hubiera un conflicto unívoco entre seguridad y libertad las cosas serían más fáciles: si tienes un enemigo lo matas y se ha acabado el problema. Pero la seguridad y la libertad son igualmente indispensables, sin ellas la vida humana es espantosa, pero reconciliarlas es endiabladamente difícil. El problema es que son al mismo tiempo incompatibles y mutuamente dependientes. No es posible ser realmente libre si no se tiene seguridad, y la verdadera seguridad implica a su vez la libertad, ya que, si no eres libre cualquiera que pasa por ahí, cualquier dictador, puede acabar con tu vida. Todas las épocas han intentado equilibrar ambas. Pienso, por ejemplo, en lord Beveridge que fue el autor de la idea del Estado de bienestar. Tras la Segunda Guerra Mundial propuso, para resolver los problemas de Inglaterra debidos al trauma de la guerra y a la situación de grave desempleo, un Estado de bienestar en el que todo el mundo tuviera la seguridad de que, en caso de desgracia, el Estado se ocuparía de él y de todas sus necesidades básicas, es decir, la comunidad se haría cargo del bienestar de los individuos. (…)

Ya lo dijo Franklin Delano Roosevelt: hay que liberar a la gente del miedo. Si se tiene miedo no se puede ser libre, y el miedo es el resultado de la inseguridad. La seguridad nos hará libres. (…)

La solidaridad se crea mediante una frontera: un interior en donde estamos nosotros y un exterior en donde están ellos. En el interior, el paraíso de la seguridad y de la felicidad; en el exterior, el caos y la jungla. Los blancos y los salvajes. Eso es la comunidad cerrada. La palabra

Pero también es bueno que tengamos esta idea, ya que podemos discutir sobre el tamaño que debería tener la comunidad. (…) Pero ninguna comunidad cerrada incluye a todo el mundo, ya que alcanza su totalidad en tanto se aísla del exterior (…) Es bueno tener la idea de una comunidad que nos incluya a todos, y aún diría que está en el orden del día. Yo no lo veré porque ya soy viejo, pero las nuevas generaciones pueden acercarse a esa comunidad, ya que las alternativas son demasiado horribles como para pensar que se van a imponer. Nos debemos acercar a la comunidad de toda la humanidad o si no acabaremos matándonos los unos a los otros.