La siguiente corresponde al resumen de las propuestas presentadas en fecha reciente por Hoja en Blanco a la Comisión de descentralización, equidad y justicia territorial de la Convención Constitucional. Estamos convencidos/as que ellas, sumadas a muchas otras expuestas por diferentes personas naturales y jurídicas, servirán de valioso fundamento para el trabajo de esta importante instancia de trabajo.

Como colectivo ciudadano, la Corporación Hoja en Blanco considera que la Nueva Constitución deberá contemplar una efectiva descentralización política y económica, garantizando la participación directa y deliberativa de la ciudadanía en todos aquellos ámbitos del quehacer local y regional.

Como parte de nuestras propuestas para una nueva forma de gobierno del estado, proponemos la conformación de Comités de Desarrollo Económico y Social a nivel comunal y regional, con la participación de representantes de las organizaciones civiles tales como juntas de vecinos, sindicatos, agrupaciones empresariales y de comercio, colegios profesionales, comunidades pueblos originarios, agrupaciones ambientales y territoriales y otros grupos de interés que, en conjunto con las autoridades electas por votación popular, sean los responsables de confeccionar y aprobar los planes de desarrollo, planos reguladores y principales lineamentos de los planes de inversión pública local o regional.

Este ejercicio de soberanía popular, como es la definición de los planes de desarrollo, de una determinada comuna o región, permitirá potenciar las capacidades tanto naturales como humanas de un territorio, procurando un desarrollo armónico y sustentable, que impulse el avance científico, tecnológico y cultural del país en su conjunto, sin que, como ocurre actualmente, queden amplios territorios del país sin posibilidad de mejorar sus condiciones de vida.

Sin entrar a juzgar los resultados, existen experiencias de este modelo de participación, que fueron los Consejos de Recuperación Ambiental y Social (CRAS) implementados en el gobierno anterior en algunas de las comunas de las llamadas “zonas de sacrificio” (Huasco, Quintero-Puchuncaví y Coronel). Lamentablemente estos consejos inician su funcionamiento cuando el estado ya ha fallado en la protección de los derechos de sus ciudadanos y se enfrenta una situación extrema de conflicto.

Distinto sería el caso si este tipo de organismos se instalara en forma temprana y el plan de desarrollo económico, social, ambiental y cultural de una determinada comuna o región fuera parte de un ejercicio participativo y deliberativo de los diferentes actores sociales que participan de ella.

Con respecto a la participación ciudadana que se desarrollará como parte del proceso constituyente, creemos que la Convención debe ir mostrando el camino en todos aquellos aspectos que configurarán una nueva democracia para Chile, sustituyendo la democracia representativa por una democracia participativa. Por eso invitamos a los constituyentes no sólo a escuchar las propuestas de los diferentes grupos y organizaciones sociales, sino que convocar en cada territorio a los diversos actores sociales a deliberar sobre las diferentes propuestas que existan para el texto constitucional.

De este modo, entendemos que este proceso no tiene solamente como objetivo el concretizar la propuesta de Nueva Constitución, sino que tiene también como gran tarea el cimentar, a través de su forma de gestión, las bases del país que queremos. En efecto, estamos convencidos que será su forma de hacer las cosas las que demostrarán en los hechos que es factible realizarlas de una manera distinta y será ese quehacer y las dinámicas organizacionales de las cuales se dote, las que se terminarán convirtiendo en cimiente del nuevo orden institucional.