Abogada laboralista, feminista, vocera y candidata a la Convención Constitucional de la Coordinadora Feminista 8M por el distrito 10 (La Granja, Ñuñoa, Macul, Providencia, San Joaquín y Santiago) en la Lista «Movimientos Sociales: Unidad de Independientes». Karina Nohales obtuvo 10.600 patrocinios para poder inscribir su candidatura con lo que es la candidata independiente con el mayor número de patrocinios en todo el país.

Se ha dedicado por años a las luchas desde el trabajo y la seguridad social en clave feminista. Fue parte del Comunal Santiago Centro de NO+AFP desde 2011 y fundó junto a cuidadoras y trabajadoras formales e informales, el Comité de Trabajadoras y Sindicalistas con quienes ha impulsado los Encuentros de Mujeres y Pensiones (2018); Feminismo y Seguridad Social (2019) y los 1ero de Mayo Feminista desde 2019.
 
¿Qué es para usted la Constitución Política de la República?
-Como ley fundamental de todo Estado, y que goza de la más alta jerarquía normativa, hoy en día es una piedra de tope para que quienes habitamos este territorio vivamos una vida digna, que valga la pena ser vivida.
La actual Constitución, redactada bajo la dictadura de Augusto Pinochet y aprobada el 11 de septiembre de 1980 en un plebiscito que se realizó sin registros electorales, sin acceso de la oposición a los medios de comunicación y sin control de ningún tipo sobre el acto electoral, es además una Constitución que se funda en la violación a los Derechos Humanos desde su base.
Creo que una Constitución Política, debe ser capaz, primero, de emanar de un poder constituyente originario, es decir, desde la soberanía popular, donde sean los pueblos quienes definan el pacto social que regirá nuestra convivencia en comunidad.
En segundo lugar, debiese estar orientada a garantizar y proteger los Derechos Humanos universalmente reconocidos, así como los Derechos Sexuales y Reproductivos de mujeres y disidencias sexo-genéricas, poniendo al centro de su actividad la sostenibilidad de la vida, el acceso a derechos sociales como educación, trabajo, salud, entre otros.
Una Constitución debiese reconocer la plurinacionalidad, esto es la existencia de diversas naciones en el territorio y su derecho a la autodeterminación, así como la definición colectiva de la forma de relación entre los pueblos y el Estado de Chile.
¿Cuáles son sus méritos para estar entre los redactores de la próxima Constitución?
-Creo que el valor que tiene mi candidatura, es que esta emerge desde un espacio colectivo y lleva un mandato popular. Yo no llevo mis ideas, mis propuestas, llevo un Programa contra la Precarización de la Vida elaborado durante los últimos tres años por miles de mujeres en todo el territorio.
A mérito personal, llevo más de una década viviendo, trabajando y activando en las comunas de Ñuñoa, Macul y actualmente Santiago, donde soy vecina del Barrio Yungay, por lo que conozco el territorio. Así mismo, mi candidatura cerró con 10.600 patrocinios, mayoría nacional, mostrando además mi capacidad de representatividad dentro del distrito.
Toda mi vida la he dedicado a la férrea defensa de las trabajadoras y los trabajadores, y esta vez no será la excepción. Si soy electa, defenderé nuestra perspectiva feminista anticapitalista, antirracista y anti-extractivista.
 
¿Su postulación representa a uno o más grupos sociales organizados? ¿A cuál o cuáles?
-Mi candidatura representa a la Coordinadora Feminista 8M. La Coordinadora Feminista 8M (CF8M), es un espacio que articula, desde un horizonte feminista a múltiples y diversas organizaciones sociales, políticas e individualidades.
¿Cuáles son las ideas fuerza que debería impulsar la Constitución?
-Hoy nos encontramos en este momento histórico y queremos llevar la voz y demandas de los movimientos sociales y de la potencia feminista al primer proceso constituyente en el mundo que es de carácter paritario y se levanta en este ciclo de movilizaciones masivas del movimiento feminista a lo largo del mundo.
Dentro de las propuestas constituyentes que integra ese Programa se encuentran:
1. Derecho a una vida libre de violencias. Garantizar una vida libre de violencias para todas las personas.
2. ¡Derecho a la salud, educación y vivienda!: Fin al Estado subsidiario, por un Estado solidario y garante de derechos.
3. Derecho al trabajo estable, digno y seguro. Derecho a la sindicalización, negociación colectiva y huelga efectiva.
4. Seguridad social: pensiones dignas (No+ AFP) y reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados ¡Criar y cuidar también es trabajar! Por un sistema de cuidados plurinacional y comunitario.
5. ¡Tod@s a la constituyente! Garantizar procesos de participación y deliberación popular a lo largo de todo el proceso constituyente por medio de plebiscitos y vinculación efectiva de los territorios.
6. Estado plurinacional que garantice los derechos colectivos de pueblos originarios y ponga fin a la militarización del Wallmapu.
7. ¡El agua es un derecho humano y no puede ser privada! La nueva Constitución debe garantizar el acceso al agua y los derechos de la naturaleza.
8. Derechos sexuales y reproductivos. Aborto libre, legal, seguro y gratuito YA! La nueva Constitución debe asegurar el derecho a decidir libremente sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
¿Qué hará como constituyente para que esas ideas se transformen en realidades?
-Creo que uno de los elementos claves estará en la discusión del reglamento, la figura de los 2/3, donde nuestra propuesta es instalar una figura de ley de iniciativa popular, referendum revocatorios, así como establecer comisiones de contacto permanente con espacios de organización popular, con el fin de desbordar los marcos limitantes que nos impone el acuerdo de la paz.
Es necesario que sectores amplios, como las organizaciones sociales, territoriales y políticas, sean capaces no sólo de nutrir la discusión que se dé al interior de la convención, con el fin de que adentro representando los intereses y demandas populares y feministas, puedan efectivamente contar con la fuerza de esa mayoría que en la realidad somos.